Me
atraen los proyectos literarios colectivos, entendiendo esto como
aquellas estéticas que logran trascender como un producto regional o
nacional.
Piedra
parada es la primera novela de Walter García Moreno. El tema que aborda
es bien patagónico (un relato que circula de norte a sur y de oeste a
este en la Patagonia): los pueblos que se deshabitan hasta quedar en
ruinas. Piedra parada es un pueblo imaginario que coincide con el paraje
imponente y extraño de Chubut, cerca de Esquel, en la zona de
Gualjaina. Allí, García Moreno pergeña un mundo de seres últimos que
padecen con orgullo y persistencia,
el dramático aunque impasible final de sus vidas y la del pueblo, que
poco a poco pero inexorablemente, se vuelve fantasma, pasado que la
literatura, patagónica, puede rastrear, imaginar y rescatar. Es la
segunda edición y el dato relevante es que fue editada por la
prestigiosa editorial Planeta: un relato patagónico en el centro del
mundo editorial argentino. Tela de Rayón entrevistó a Walter García
Moreno para hablar sobre su novela, la “cocina” de su escritura y sus
próximos proyectos.
¿Cuándo se te ocurre escribir Piedra parada y cómo fue el proceso de escritura de la novela?
La
idea comienza como un proyecto de trabajo para un taller de producción
que dictaron Guillermo Saccomanno y Martín Kohan durante un año en la
Universidad de la Patagonia,proyecto que continúo en el Taller que dicta
Guillermo en Buenos Aires, taller por donde pasaron varios autores
premiados en el prestigioso concurso de novelas de Clarín, Claudia
Piñeyro, Angela Pradelli, todo un honor haber compartido con ellos las
lecturas de los trabajos de cada uno. De allí sale un primer borrador
que generosamente Saccomanno leyó; me hizo muy buena crítica delo hecho y
ahí empieza a aparecer la estructura final de contar la historia
apartir de un intercambio epistolar entre padre e hija.
Los
personajes, ¿cómo fueron apareciendo en el universo de ese pueblo que
literalmente va desvaneciéndose a medida que transcurre la narración?
Siempre
me llamaron la atención esos personajes de todo pueblo, el del kiosco
donde uno compra el diario, el verdulero, el carnicero del barrio y cómo
esos personajes existen mientras su trabajo y su negocio existe. Y
cuando el lugar de referencia que ocupaban en el pueblo deja de existir,
pareciera que desaparecen y tal vez siguen viviendo a pocas cuadras
pero eso que los volvía visibles para uno hace que de un día para otro
se vuelvan invisibles para la comunidad. Saccomanno siempre me decía que
la palabra desaparecido tenía una connotación muy fuerte para los
argentinos, que tenía que buscar otra forma de contar la historia de esa
gente y allí se me ocurrió la idea de otro clásico de los pueblos: los
avisos fúnebres.
La
novela es de corte realista, se tiene la impresión que cualquiera de
sus protagonistas pueden ser vecinos de cualquiera de nosotros...
Como
contaba antes, la idea era contar la historia de esos vecinos típicos
de pueblo, el de la estación de servicio, la solterona, todos personajes
de pueblo chico y tal vez en la Patagonia más marcados algunos como el
capataz de estancia, o el encargado de una estación de servicio en medio
del desierto. Son personajes muy cercanos a los que nos criamos en un
pueblo.
En
una época donde se narran las epopeyas de la presencia y de los logros,
Piedra parada narra la fatal ausencia de seres casi anónimos, perdidos
en medio del desierto patagónico...
Es
que las epopeyas para el poblamiento de esta tierra inhóspita también
están hechas de fracasos,de los proyectos de poblaciones que no fueron,
que desaparecieron en medio del desierto. Y en esos pueblos abandonados
hubo gente con sueños con un proyecto de vida y de trabajo que no
pudieron ser.
¿La narración en Patagonia está en auge?¿Hay una temática propia de la literatura patagónica, algo que la diferencie del resto?
Yo
creo que escribir desde acá nos marca a quienes vivimos en esta
geografía, así como la literatura rioplatense es indudablemente urbana.
No es ni mejor ni peor: es una estética distinta, una manera de
transcurrir, un ritmo más lento, una valoración diferente del tiempo.
Entre
tu libro de relatos Saboramar y Piedra parada hay una relación temática
y de búsqueda estética; ¿cuál es la próxima obra? ¿Continúas en la
misma línea narrativa o propondrás un cambio de rumbo?
Escribir
desde y enPatagonia es un placer para mí, me siento cómodo pero además
la temática es muy basta, creo que todavía hay mucho para escribir desde
acá y qué mejor que quienes vivimos acá podamos contar tantas historias
que pasaron o que imaginamos transcurrir en la Patagonia.
Personajes
últimos, que se desvanecen en un pálido presente: ¿el panorama es
desolador? ¿Sus pasados son demasiado pesados para redimirlos de algún
modo?
Algo
así intento contar, cuando el final es resultado de ese pasado que les
pesa y los atormenta. Pareciera que no pueden escapar del irremediable
final.
Esta
edición, la segunda, además,plantea una novedad editorial: bilingüe y
editada en una de las principales editoriales del país y de
iberoamérica, Planeta; ¿cómo la analizás?
Creo
que es un paso adelante para toda la Literatura local, la posibilidad
de publicar en una editorial nacional nos abre la posibilidad que otros
escritores, por cierto y muy buenos que tenemos en la zona, puedan
lograr tener una edición nacional de nuestras obras. Creo que es
auspicioso. Y lo de bilingüe creo que nuestra Literatura no se aprovecha
de todo este imaginario que hay en el exterior, en relación con la
Patagonia, por eso acercar la obra a lectores extranjeros nos puede dar
otra apertura.
¿Qué tipo de literatura te atrae y te influencia?
Me
atraen los proyectos literarios colectivos, entendiendo esto como
aquellas estéticas que logran trascender como un producto regional o
nacional. Estuve leyendo bastante el fenómeno de la Novela Negra Sueca
que a partir de la popularidad de la saga Millenium de Stieg Larsoon y
logra instalar a la Literatura Sueca que ya tenía grandes escritores y
tiene jóvenes talentos que pasan a formar parte de esta tradición y
siguen una estética.
¿Cuál es tu próximo proyecto literario?
Estoy
dándole vueltas a una historia que transcurre en Camarones y que
involucra a Saint Exupery, que en un vuelo sobre la Patagonia, aterriza
en ese pueblo.